En el arte está representado no solo un pueblo sino una identidad.
Hablando de Latinoamérica, en nuestra literatura, hay tanto de nosotros, de nuestras costumbres, de nuestros mitos, de nuestra historia y de nuestro fuego.
Existe una corriente literaria en particular que nos refleja tan fielmente que a través de ella hemos enamorado al mundo: el realismo mágico.
Si queremos ponernos técnicos esta corriente se caracteriza por mostrar una realidad pero alterada. Un ejemplo perfecto es el caso del libro “La casa de los espíritus” de Isabel Allende.
En esta obra se cuenta la historia de chile desde la subida de Salvador Alllende al poder, hasta el derrocamiento de la dictadura de Pinochet, pero todo esto lo hace a través de la historia de una familia, una familia en la que la relación de los vivos y los muertos trasciende las fronteras de las dimensiones y cae en la magia de la clarividencia y los mitos latinos.
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