jueves, 16 de julio de 2009

Las diez sonatas para violin y Piano de Beethoven



Fundación Filoarmónica Casa de la Música y Mall el Jardín presentan a Ilya Gringolts y Aleksandar Madzar en la interpretación de las diez sonatas para violin y piano de Beethoven. Los dias 5, 6 y 7 de Julio. Esta es uno de los más importantes recitales que se exibirá al público en mucho tiempo. Quito será el escenario del despliegue musical que ofrecerán estos eximios artistas rusos.

IIya Gringolis deleitó a los quiteños por primera vez en el 2006. Interpretó en un solo dia las tres partitas y las tres sonatas de Juan Sebastián Bach para violín solo. Dejando claro su gran talento por el cual en su segunda visita participara de este recital que nunca antes se ha presentado en la capital.

Gringolts está considerado en la actualidad como el violinista joven más destacado que pisa los escenarios mundiales pues posee técnica y musicalidad increíblemente perfectas y una comprensión absoluta de las obras que interpreta. En esta ocasión lo acompañará Aleksandar Madzar quien, al igual que Gringolts, es un pianista de excepción, con un dominio total del instrumento y una brillante trayectoria profesional reconocida mundialmente.

Dada la calidad de estos recitales y la perfecta acústica del lugar que se presta para captar con la más absoluta precisión todos los detalles de las diez sonatas de Beethoven será un verdadero placer presenciarlo . El valor de las entradas es de $20 por día y el bono para las tres noches $50. Las entradas se encuentran a la venta en Mr. Books del Mall El Jardín y en la Casa de la Música

Apreciación de Gustavo Lobato, Director Musical de la Fundación Filoármonica Casa de la Música, sobre el recital “Las diez sonatas para violín y piano de Ludwig Van Beethoven” .

DOMINGO, 5 DE JULIO

Sonata No. 1 en Re mayor, opus 12, No. 1
Las tres sonatas del opus 12 fueron compuestas en 1798 cuando Beethoven tenía 28 años. El primer movimiento “Allegretto con brio” es alegre y fluye con encantadora naturalidad. El segundo un tema pleno de sencillos sentimientos seguido de cuatro vibraciones. Y el tercero y último movimiento “Rondo” contiene otra vez la exuberante alegría de la juventud y pone fin a la sonata en medio de una mezcla de motivos que, según Frederick Niechs, son casi “la locura dentro de un método”.

Sonata No. 2 en La mayor, opus 12, No. 2
Es una obra brillante que también se la podría llamar primavera. Su primer movimiento “Allegro vivace” está bañado de luz solar. El segundo movimiento “Andante piuttosto allegretto” tiene un encanto muy particular: no puede ser más sencillo e ingenuo llegando a un nivel de sublimidad extraordinaria en el diálogo de los dos instrumentos. El tercero “Allegro piacevole” es un placentero y luminoso fluir de melodías.

Sonata No. 3 en Mi bemol mayor, opus 12, No. 3
El primer movimiento de esta sonata “Allegro con spirito “empieza con una serie de frases y figuras casi banales, pero Beethoven las convierte en fuentes de inspiración estampando su firma como compositor. El segundo movimiento “Adagio con molto espressione” revela la nobleza de los sentimientos con la grandiosidad de los movimientos lentos seguidos a continuación por el contrastante “Rondo” alegre y juguetón con el que termina.

Sonata No. 4 en La menor, opus 23
La unica sonata del opus 23 fue escrita en 1801. Musicalmente, marca un adelanto a sus antecesoras. Se inicia con un rápido “Presto” dividido en dos temas. El segundo movimiento “Andante scherzoso, piu allegretto” tiene la forma básica del primero con algunas variaciones. En su ùltimo movimiento “Allegro Molto” entrega a ambos instrumentos el reto de tener que alcanzar altas cumbres de virtuosismo.

LUNES, 6 DE JULIO
Sonata No. 5 en Fa mayor, opus 24 “primavera”
Esta es una de las pocas obras que contiene cuatro movimientos y es tal vez la más conocida y fácil de recordar. Plena de vibrante gozo, su música llega al oyente en forma directa e inmediata.

El primer movimiente “Allegro” comienza con un primer tema interpretado por el violín, seguido por un tema muy rítmico que se desarrolla a su vez alrededor de otros dos. “Adagio” el segundo movimiento expresa con sencillez y presenta diferentes variaciones. En el tercer movimiento “scherzo” los dos instrumentos se persiguen con picardía y alegría el uno al otro finalizando con ecos del violín cada vez más despacio. El final en forma de “rondo” es sumamente origina, ligero y a la vez muy propios del compositor cuando deseaba ser “bucólico, romántico y genial”. La sonata finaliza en forma muy ornamentada dando paso a uno de aquellos extraordinarios finales cuyo secreto consiste en la introducción de un elemento nuevo pero, en esencia, totalmente similar al resto del movimiento mismo.

Sonata No. 6 en La mayor, opus 30, No 1
Las tres sonatas del opus 30 fueron escritas en 1802 y publicadas en 1803. Beethoven las dedicó al Emperador Alejandro I de Rusia. En la No. 1 en La mayor (la sexta de la serie) ya no se siente la influencia que en las otras sonatas tuvo la música de Mozart y de otros predecesores. A través de ésta, Beethoven afirma su personalidad única e inconfundible. El primer movimiento “Allegro” está rodeado de una atmósfera poética y, en medio de tanta poesía, se desarrolla con aquella lógica que fue una de las características más notables del compositor. El segundo “Adagio molto espressivo” tiene una forma de rondo y se ha dicho que en él se conjuga la más hermosa música para violín y piano hasta entonces escrita. El movimiento termina con una velada alusión a la bellísima canción “Adelaide” compuesta por Beethoven en 1794. El tercer movimiento cosiste en un tema con variaciones, la última variación da paso a la “coda” presentada como una especie de fantasía que pone el punto final a la sonata.

Sonata No. 7 en Do menor, opus 30, No 2
Ésta es otra de las pocas sonatas divididas en cuatro movimientos. El primero, “Allegro con brio” es misterioso y fuerte, se inicia con ocho compases del piano, seguidos por el violín con un primer tema bastante rítmico. El segundo movimiento “Adagio cantabile” es solemne y cargado de profunda y casi sagrada belleza y termina con una extensa coda. El brillante tercer movimiento “Scherzo” comienza con frases en staccato y contiene un pequeño trío. El cuarto movimiento “Allegro” es un poco más circunspecto que el anterior y, luego de una serie de frases bellamente desarrolladas, termina con una coda que es una obra maestra en sí misma y quizás una de las más hermosas y elocuentes escritas por Beethoven.

MARTES, 7 DE JULIO
Sonata No. 8 en Sol mayor, opus 30, No 3
En la última sonata del opus 30 Beethoven nuevamente regresa al esquema de los tres movimientos. El primero “Allegro assai” comienza con un tema bastante vivaz para luego continuar más quietamente y desembocar en un segundo tema iniciando con acordes “pianissimi” de cambios rápidos, rítmicos y hasta suspirantes que le dan forma. En el segundo “tempo di menuetto” lo utiliza con sencillez y elegante gracia. El tercero” allegro vivace” es iniciado por el piano sobre el cual el violín impone su voz y los dos instrumentos se enfrascan en una hermosa conversación. Esta sonata es muy risueña, no refleja la angustia del autor cuando en él ya se hacía presente la tragedia de su sordera.

Sonata No. 9 en La mayor, opus 47 “Kreutzer”
La sublime sonata No. 9, escrita en 1802 y 1803, compite en popularidad con la No. 5, pero es muy distinta a ella. El mismo Beethoven dijo que es una “sonata scritta in uno stile Molto concertanta, quasi como d´um concerto”. Es inmensamente emocional y sus tres movimientos están llenos de contraste dramático. El primero “Adagio sostenuto”, el segundo “”Andante con variazioni”, el último es una “Tarantella” en forma de rondo. La sonata lleva el nombre de Rodolphe Kreutzer, renombrado violinista francés, pero en un comienzo fue dedicada para otro famoso violinista polaco, George Polgreen Bridgetower, a raiz de una dura discusión con el mismo, Beethoven decidió cambiar la dedicatoria aunque Kreutzer no la apreció y nunca la tocó.

Sonata No. 10 en Sol mayor, opus 96
Transcurrieron 9 años desde la sonata No. 9 hasta la No. 10, escrita en 1812. Para entonces Beethoven había alcanzado la cumbre de su titánica vida creativa. La dedicó a su mecenas y amigo, el Archiduque Rodolfo, y luego de ella no volvió a escribir para esta combinación instrumental. Esta dividida en cuatro movimientos y, en su contenido, difiere bastante de las anteriores : es más íntima, parece querer transmitir un mensaje y, a la vez, se manifiesta indecisa en encontrar respuestas a sus interrogantes. El primer movimiento “Allegro moderato” es algo parco y de aquí se abren las puertas para una mayor receptividad hacia el majetuoso “Adagio” y , sorpresivamente, hacia el buen humor casi “pastoral” de los dos siguientes movimientos. El “Finale”, signado como Poco allegretto, consiste de una serie de variaciones y una pequeña coda. La sonata fue estrenada con gran éxito por el Archiduque Rodolfo al piano y el violinista Pierre Rodes a quien Beethoven tuvo en mente al escribir la sonata y para cuyo gran virtuosismo trazó muchos de sus difíciles pasajes